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Conversión de TV CCFL en TV LED
Acerca de esta reparación
Recibí un televisor Samsung de 32″ ya con unos 8 años de uso que había dado un chispazo y no había vuelto a encender. El cliente dudaba entre tratar de repararlo o directamente tirarlo.
Viendo que el televisor era FullHD con sintonizador TDT, tres entradas HDMI, pensé que merecía la pena intentarlo.
Al desmontarlo vi que había un buen destrozo en placa, en la zona del inverter. Los televisores de esa época llevaban unos tubos fluorescentes (también conocidos como lámparas de cátodo frio o CCFL) que eran los encargadas de iluminar la pantalla. Ahora se emplean LEDs en las pantallas LED u otras tecnologías más modernas cómo las OLED.
El problema de las lamparas CCFL es que necesitan una tensión bastante elevada para funcionar, cercana a los 1000V. Y el inverter es el circuito que se encarga de proporcionar esa tensión y el objeto de muchas averías en este tipo de televisores.
Viendo el estado de la placa opté por algo drástico: convertir la TV de CCFL a LED, es decir, eliminar la retroiluminación basada en lamparas y sustituirla por una iluminación consistente en tiras de LED.
El procedimiento cómo se ve en las fotos fué retirar el circuito inverter dañado, desmontar el panel LCD para acceder a las lámparas, retirar las lamparas y sus soportes, y fijar unas tiras LED con cinta de doble cara.
Las tiras LED funcionan a 24V, y había que calcular la corriente que consumirían.
Una vez montadas y cableadas se conectó la fuente de laboratorio para medir la corriente, dando 2,2 A y de paso comprobar que se iluminaban correctamente.
Ya sólo quedaba volver a ensamblar el panel LCD y buscar una buena fuente de 24V y 3A y buscarle un sitio adecuado para montarla.
En las fotos también se ve un pequeño circuito construido con un transistor con un cable que va hasta un conector de la placa principal. Este circuito es para cortar la alimentación de la fuente a los LEDs en función de la señal BLK. De no hacerlo así, la pantalla permanecería iluminada, aunque la TV estuviese apagada.
Una vez todo en su sitio, el resultado fue muy satisfactorio. No se apreciaban apenas las franjas de iluminación, el consumo y calentamiento del televisor bajó mucho y a día de hoy sigue funcionando.